domingo, 6 de abril de 2008

KEROSENE AL RESCATE

Para quienes han leido "Muerte en el Pentagonito" del periodista Ricardo Uceda conocerán la historia del recientemente capturado Jesús Sosa Saavedra (a) "Kerosene": desde que se involucra en la lucha antiterrorista hasta la disolución del grupo Colina que él ayudo a formar junto con Martin Rivas al quien le hubo abierto las puertas.

En el libro se señala (Cap. 12: "El Viejo Estado Contraataca") que fue el ejército quien impuso su fórmula antisubversiva al gobierno de Fujimori y no al revés. De allí que la narrativa del Fujimori-asesino-genocida (exagerada de por sí) pierda asidero: la carta blanca otorgada a los comandos y grupos clandestinos a través de los SI digitados por Montesinos tuvieron efectos inesperados en las matanzas Barrios Altos y en La Cantuta. Aunque es débil el hilo que conecta la primera con Fujimori, con La Cantuta la relación desaparece. Y esto se debe más que nada al espíritu "fosforito", temperamental e imprudente, del jefe del grupo, el Mayor Martin Rivas. Colina, la "caja de sorpresas" del ejército, fue lo que Rivas hizo de él.

El testimonio de Sosa, por cuanto Uceda hubo investigado sobre él, es de una calidad superior al del resto de integrantes del grupo. No solamente fue actor clave en el proceso que siguieron las FF.AA. en la guerra contra Sendero Luminoso, sino que es quizá el exponente más conspicuo de la lógica militar que predominó en la lucha contra la subversión. Es por ella que Sosa pone en su real dimensión los hechos ocurridos: no los minimiza ni los justifica, ni mucho menos los glorifica.

Ninguna de las partes en el proceso contra Fujimori va a sentirse cómoda con lo que declare "Kerosene". Los fujimoristas bien podrían librar al ex-mandatario del exceso de responsabilidades (derechohumanistas) que le han endilgado, pero a costa de su imagen de artífice de la derrota del terrorismo: quedaría como un vulgar jugador al que le regalaron la mano. Por la otra parte, el activismo pro DD.HH. perdería su trofeo.

Con Sosa en el banquillo el debate mismo sobre la década de la violencia podría ser rescatado del marasmo y alcanzar la ecuanimidad que necesitaba. La pregunta sería ¿permitirían esto las partes en conflicto?

Por Guille da Maus

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2 comentarios:

  1. Anónimo6:33 p. m.

    Claro, desde que aparecio misteriosa y oportunamente este viejo todos le prenden velitas...

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  2. Anónimo1:11 p. m.

    Interesante este aspecto del cuento que se vive con fuji y los izquierdistas.
    Ya el primer comentario es una prueba que nos es imposible razonar, solo valen consignas.
    Seria genial poder adquirir el libro; como comentastes en tu post roedor, es hora de tomar ese asunto como lo que es, una gerra interna en la cual, la poblacion civil es la unica afectada, esa es la logica y el instrumento de los grupos terroristas. Basta de santificar a quien no lo merece, si en ese tiempo era dificil determinar quien era terruco o no; !imaginate ahora! con todos los caviares presionando para que sus correligionarios ideologicos, que participaron de alguna manera en con los terroristas sean tomados como martires.
    Atte
    WACO

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