LA CONGRESISTA Y EL REY

Los amigos de Quimeras Seductoras y Gran Combo Club recogen diversas notas y anécdotas sobre el "encuentro de dos mundos" entre la congresista Hilaria Supa y el Rey Juan Carlos I de España al final de la sesión solemne en el Congreso. Cualquiera que se precie de ser ferviente nacionalista o indigenista seguramente aplaudirá hasta con las orejas la hazaña (por decirlo de alguna forma) de la sra. Supa quien, según "La Razón" (diario de poca credibilidad como sabrán), a manera de revancha por la tapadera de boca a su padrino Hugo Chávez, terminó cortando la voz al Rey con un antológico "¡Estoy hablando!" que fácil se convierte en slogan anarko. Monumento al cargamontón o la renuencia a sostener un diálogo diría yo.

Era de esperarse que la visita de los reyes encendería pasiones antihispánicas. Sin embargo que yo sepa estas no se han articulado, hasta el momento, en ninguna manifestación política o social de importancia. De no ser por "ene" factores coyunturales como la tregua concedida al flamante premier Yehude Simon o por el suplicio (auto)inflingido a la congresista de nuestros sueños (húmedos) por la cuestión rateril del Petrogate (la paranoia de moda hoy por hoy), diría que los nazi-onanistas -que no son partido de poca monta- están desperdiciando algunas oportunidades políticas. 

Mas bien, el lamentable episodio estelarizado por la congresista del PNP demostraría que los nacionalistas andan flojos o están concentrados en otros menesteres (¿como el Moqueguazo II?). Aunque Supa haya seguido su propio guión, no nos olvidemos que lo suyo esta subordinado a (es instrumento de) un proyecto político más amplio cuya fuerza radica en un vasto y altisonante repertorio discursivo de topicazos (reivindicacionismos, revanchismo histórico, altermundismo, etc) tan seductor como contradictorio.

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