"NADIE CONOCE MEJOR DE LEYES QUE LOS DELINCUENTES", decía mi abuela. ¿Alguna vez escucharon lo de "hecha la ley, hecha la trampa? Nos pasa ahora mismo con los casos de la matanza de los penales y el juicio a Fujimori. Por eso, para enfrentar la corrupción y la delincuencia se requiere que los justicieros sean personas centradas, no "ángeles vengadores". De lo contrario seguirán sucediendo circos como este:
El abogado de las víctimas del grupo Colina, Ronald Gamarra, es demasiado fosforito. Aquello ya le había costado un juicio por difamación de parte de Absalón Vásquez, y ahora puede enturbiar el proceso contra Fujimori. Lo suyo, como se ve en el video, por más apasionado y comprometido que se vea, no es lo que se necesita para que se haga justicia. Si se trata de venganza, entonces no hemos aprendido nada.
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