TIEMPO DE BOMBAS

Alan García se resiste a reconocer una sola bondad del manejo económico del gobierno de Toledo. Todo lo contrario, lo hace ver como un infierno total para que el suyo, por fuerza, tenga que ser el paraíso. Ese fue el capital demagógico de su discurso proselitista, el cual habiéndole dado espléndidos resultados con el electarado, puede servirle para mantener su popularidad. La idea es sencilla: cualquier cosa que vaya mal en su gobierno será culpa del anterior.

García Pérez dijo que "no se hace demagogia cuando se dice que se amenaza a Lima con carestía de agua y que ya no tenemos recursos. Esas son bombas de tiempo", manifestó el líder aprista, tras visitar el Asentamiento Humano Montenegro, en San Juan de Lurigancho.
García también acusó al gobierno y al premier de negarse a su pedido de aprovechar un crédito japonés para hacer el proyecto Marca II y garantizar con esto, dotación de agua potable para la ciudad capital.
Calificó a esta situación como "una bomba de tiempo", al indicar que también lo eran los nuevos aumentos en los recibos por consumo de agua y electricidad, programados para agosto, debido a la falta de una política real de tarifas por parte del gobierno saliente.

Astuto como nadie. Si no es demagogia hablar de "bombas de tiempo" ante un público de asentamiento humano, entonces qué será? Ni fujimori se quejó por anticipado, y eso que él sí heredó un país arrasado.

No vaya a ser que García esté pensando en aplicar políticas de control de precios y tarifas, como en su primer campeonato 85-90. Aprocalipsis ya?

Por Guille da Maus

Tags: Alan García, Alejandro Toledo, Economía.