El gobierno tuvo el tino de dejarle fuera de las conversaciones con la minera, y ahora el obispo de su diócesis le ha puesto el pare:
La permanente agitación que promueve el padre Marco Arana en los conflictos entre la minera Yanacocha y la comunidad de Combayo, terminaron, al parecer, por colmar la paciencia del Obispo de Cajamarca, José Carmelo Martínez Lázaro, quien en una carta pastoral exhortó a todos los miembros de su Diócesis a no condenar el trabajo de la minería.Touché! Si por "desarrollo sostenible" fuera, viviríamos como animales a la buena de la madre naturaleza.
En el documento titulado “La Minería y el Desarrollo Social Cristiano”, dirigido a los sacerdotes, religiosos, fieles cristianos y ciudadanos de la Diócesis de Cajamarca, el obispo señala que “la Iglesia Particular de Cajamarca no tiene ningún elemento técnico para condenar el trabajo de minería que se lleva a cabo en Cajamarca”.
En ese sentido, pide además a los clérigos que no participen en ningún medio sindical u organizativo que no tenga por finalidad una tarea específicamente eclesial y/o la observancia del tenor y la letra de los cánones 273 y 278 del Código de Derecho Canónico.
Asimismo, sostiene que aunque en diferentes documentos de la Iglesia existe una dialéctica tensa entre el progreso y el bienestar ecológico, “una realidad no debe negar a la otra”.
“No se puede excluir una actividad humana simplemente porque contamina. Deberíamos en ese caso excluir el transporte, eventualmente riesgoso, o las basuras provocadas por los mismos hombres o productos industriales”, se destaca.
Y ya que algunos contertulios me lo preguntan, en la doctrina social de la Iglesia no se condena al capitalismo, ni tampoco se le otorga alegre aprobación. Nadie mejor que nuestro recordado Juan Pablo II para explicarlo, en su encíclica Centesimus Annus, IV. 42:
¿Se puede decir quizá que, después del fracaso del comunismo, el sistema vencedor sea el capitalismo, y que hacia él estén dirigidos los esfuerzos de los países que tratan de reconstruir su economía y su sociedad? ¿Es quizá éste el modelo que es necesario proponer a los países del Tercer Mundo, que buscan la vía del verdadero progreso económico y civil?Por Guille da Maus
La respuesta obviamente es compleja. Si por «capitalismo» se entiende un sistema económico que reconoce el papel fundamental y positivo de la empresa, del mercado, de la propiedad privada y de la consiguiente responsabilidad para con los medios de producción, de la libre creatividad humana en el sector de la economía, la respuesta ciertamente es positiva, aunque quizá sería más apropiado hablar de «economía de empresa», «economía de mercado», o simplemente de «economía libre». Pero si por «capitalismo» se entiende un sistema en el cual la libertad, en el ámbito económico, no está encuadrada en un sólido contexto jurídico que la ponga al servicio de la libertad humana integral y la considere como una particular dimensión de la misma, cuyo centro es ético y religioso, entonces la respuesta es absolutamente negativa.
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"Desarollo sostenible" no significa vivir como los animales – al contrario. Sin "desarollo sostenible" vivirémos peor que los animales. En Alemania, Nueva Zealanda o EEUU la minería tiene que cumplir leyes ambientales mucho mas fuertes que en Peru. Las empresas no podrían comportarse como Yanacocha en Cajamarca, porque sus accionistas se volverían locos y no lo aceptarìan. Por eso, el CEO de Newmont Murdy cada vez habla de la importancia de la protección ambiental y de la responsabilidad social (lo que hace Yanacocha es engañar a la población).
ResponderBorrarComo yo lo veo, pedir "desarollo sostenible" no significa ni ser comunista ni ser antiminero.
PS: Sabias que el fundador de Newmont Mining Corp. ayudaba activamente a Lenin y los comunistas rusos? No estoy de broma, parece que es verdad.
El diario CORREO en su edición del miercoles pasado deslizaba la idea de un posible vínculo entre el Padre Arana y... Sendero Luminoso, nada menos!!!
ResponderBorrarDemonizar a personajes incomodos es una vieja práctica, eh.
Cuánto extrañan algunos aquellos momentos en que sindicalistas, revoltosos o reclamones eran presentados con trajes a rayas mientras todos nos tragabamos el cuento de que eran terrucos.
Tiempo después la propia dictadura tuvo que crear una comisión ad-hoc para revisar los casos.
No tanto en Peru, pero en Brasil y Centroamerica muchos miembros de la Iglesia apoyaron a terroristas y guerrilleros, incluso contra la doctrina de la Iglesia.
ResponderBorrarAdemas en ningun momento Cipriani sugirio esa relación. Otra cosa que lo diga Correo a quien se le pasa la mano en esas cosas (A. Mariategui es agnostico).
Y respecto al primer comentario, que no les extrañe que grandes empresarios y capitalistas financien revoluciones anticapitalistas. El capital no tiene moral (ni tiene que tenerla). Incluso el caos y la incertidumbre tienen su "valor agregado". No es por nada que existen especuladores como Soros que hacen millones pescando en rio revuelto.