jueves, 12 de febrero de 2009

No minimicemos ignoremos LA REALIDAD

Con todo lo lamentable y grave que ha sido el atentado contra la fiscal Gladys Echaiz, igual se persiste en el vicio de aferrarse a las hipótesis así no haya una sola prueba.
A estas alturas, ninguna de las hipótesis formuladas sobre los móviles del atentado contra la doctora Gladys Echaíz debe desestimarse. Sin embargo, sería un grave error que el Ministerio del Interior y la Policía Nacional minimizaran lo sucedido, recurriendo al fácil expediente de señalar que quienes atacaron el auto de la fiscal solo buscaban asaltar a sus ocupantes.
En principio, y tomando en consideración los contextos en que se produjeron estos hechos, lo más atinado probablemente sea que la Dinincri, a la que se ha encargado la investigación correspondiente, trabaje de manera coordinada con el equipo de la Dinandro que capturó a los autores de las interceptaciones telefónicas.
Ojo que las sospechas por más razonables que puedan ser no son pruebas. Si bien es cierto que estamos en la tierra del "aquí cualquier cosa puede pasar", ello no debe ser excusa para cerrarse los ojos ante la realidad por sostener una falso seguridad: lo del atentado político es poco frente al hecho mucho más grave de que nuestro sistema judicial está tan escaso de valores que el perder uno podría significar perderlo todo.

"Pobres los pueblos que necesitan héroes"
La fiscal de la Nación encargada, Gladys Echaíz, pidió a los vocales y fiscales superiores, que juramentaron ayer para trabajar en la amazonía peruana, no amilanarse por la presencia del narcotráfico que existe en esa zona del país. Sostuvo que la selva peruana es una complicada zona por la presencia del narcotráfico, y que hay que reconocer el mérito de aquellas personas que, a pesar de conocer de esta dificultad, lucharon por alcanzar una plaza de magistrado en esa jurisdicción.
Echaíz Ramos pidió, además, a los 26 magistrados superiores que se han integrado al Poder Judicial y al Ministerio Público, a cumplir con la promesa que hicieron de trabajar por el bien del país y no “amilanarse” ante las amenazas de la delincuencia.
“las personas que postularon saben de esas dificultades y hay que reconocer que han decidido acceder e ir a trabajar allá. Esperemos que cumplan con el encargo que se les ha encomendado”, manifestó.

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